Restauración

Beloved1 Devotional

Genesis 16:11-12

Entonces ella llamó al Señor que le habló: “Tú eres El-Roi”, porque ella dijo: “¿Es que aquí he visto al que me ve?”

En este versículo bíblico conocemos a una mujer llamada Hagar, quien era esclava de una mujer llamada Sarai. Aquí en este  versículo bíblico, Hagar está sola, embarazada y maltratada por Sarai. El maltrato de Hagar era tan malo que ella huyó. Encontramos a Hagar sola, cerca de un manantial en el desierto, y Dios la encontró justo en el lugar donde ella estaba. Dios vio que ella estaba sola, vio que no era tratada justamente. Dios la encontró justo en el punto más bajo de su vida y le dio una promesa de que su hijo se convertiría en una gran nación. Ella fue vista y tuvo una promesa de Dios. 

Creo que todos hemos estado en una posición similar a la de Hagar. Todos hemos estado en un momento difícil de la vida, todos hemos sido maltratados en algún momento, hemos huido de algo o incluso nos hemos sentido sin esperanza. Pero el punto es que Dios quiere encontrarnos en nuestros mementos más bajos. Dios no tiene miedo de todos los errores que hemos cometido; Él es fiel para perdonar y redimir nuestros errores. Todo lo que le importa es traer esperanza a las situaciones sin esperanza que enfrentamos. Todo lo que tenemos que hacer es invitarlo a nuestra situación, no importa cuán difícil pueda ser. Jesús es nuestra esperanza y respuesta. 

¿Te sientes en un punto bajo?

¿Te sientes atrapado y no sabes cómo salir? 

¿Estás listo para invitar a Jesús a tu situación? 

Si está listo pero no está seguro de por dónde empezar, quiero animarle a que haga esta sencilla oración. Después de orar, tómate un momento para esperar en silencio y esperar en Jesús.

Jesús, estoy cansado. Siento queue no hay esperanza para la situación en la que estoy y estoy listo para encontrarte. Jesús, necesito tu esperanza y tu perspectiva para donde estoy. Jesús, encuéntrame justo donde estoy. 

Si esperas y no sucede nada, está bien, sigue llamando al poderoso nombre de Jesús.

Marcos 5:25-34

Una mujer que padecía de hemorragias desde hace doce años, había sufrido mucho bajo el cuidado de muchos médicos. Había gastado todo lo que tenía y no había recibido ninguna ayuda, al contrario, su condición había empeorado. Al escuchar sobre Jesús, se acercó a él por detrás en medio de la multitud y tocó su ropa, diciendo: “Si tan sólo tocara sus ropas, seré sanada.” En ese momento, su hemorragia cesó y ella sintió en su cuerpo que había sido sanada de su aflicción.

Una Mujer Sanada

En esta breve historia, encontramos a una mujer que ha sufrido durante muchos años. Buscó en todas partes la curación. Tenía una condición de salud que parecía imposible de curar. Sin embargo, ella se arriesgó y se acercó a Jesús. La mujer creía que si tan solo tocara el borde de la ropa de Jesús, sería sanada. Jesús la sanó porque ella se arriesgó y se acercó a El. Hay momentos en nuestras vidas en los que necesitamos arriesgarnos y acercarnos a Jesús.

También hablo de arriesgarnos a permitir que Jesús cure nuestros corazones. No es fácil tomar riesgos, pero Jesús es el único que puede curar las partes dolorosas de nuestros corazones. Cuando todos los demás dicen que no podemos cambiar o que no podemos ser curados, es donde Jesús nos invita a arriesgarnos y permitirle entrar en nuestras vidas. Las personas no pueden curar nuestros corazones; las personas no pueden cambiar nuestras vidas. Solo Jesús puede hacer eso.

¿Está tu corazón roto y herido?
¿Te han dicho que no puedes cambiar?

 

Quiero que sepas que hay esperanza para ti y que puedes cambiar. La gente me habia dicho que no podía cambiar. Sin embargo, en el momento en que me arriesgué y permití que Jesús curara mi corazón, él me sanó y me guió en el proceso de curación. Significó que tenía que tomar riesgos, pero te aseguro que valió la pena y sigue valiendo la pena.

Si estás lista para tomar un riesgo y permitir que Jesús sane tu corazón, quiero animarte a que reces esta oración y esperes en Jesús. Jesús, mi corazón está roto.

Me siento sin esperanza y he creído la mentira de que no puedo cambiar. Jesús, solo tú puedes curar mi corazón roto. Te invito a sanar mi corazón con tu verdad. Jesús, te necesito.

¿Conoces A Jesús?

Jesús es el hijo de Dios, y vino a la tierra para salvarnos a todos de las cosas que hacemos que nos separarían de Dios. El te ama tanto que murió en la cruz por nuestros pecados, y luego resucitó tres días después. Jesus quiere ser tu lugar seguro, tu paz, y quiere conducir y guiar tu vida. el tambien quiere una relación contigo.
Si quieres una relación con Jesús, la Biblia dice que tienes que admitir que Jesús es el Señor, que murió en la cruz y resucitó para salvarte de tus pecados. Pidele que entre en tu vida y te prometo que cambiará tu vida.

TAMBIÉN DIGO: ¿NO HA CONOCIDO ESTO ISRAEL?
PRIMERAMENTE MOISÉS DICE:
YO OS PROVOCARÉ A
CELOS CON UN PUEBLO QUE NO ES PUEBLO;
CON PUEBLO INSENSATO
OS PROVOCARÉ A IRA.
ROMANOS 10:19

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Human dignity is precious

The feeling of having dignity is in many ways, a constant variable to our sense of self-worth. Jesus’ life and ministry constantly restored a lost sense of dignity to human beings—most often to those who were thought to be less than or written off by society, but even now when he is not here on earth- He does the same for us.

 

As I’m sure we have all experienced, the feeling of dignity is very easily lost. You make a mistake and beat yourself up. Someone accuses you of something you didn’t do. You say the wrong thing and are on the outs with people who previously liked you. You go online and get sucked into the comparison trap. You try to do better but miss the mark you set for yourself and then shame yourself. You start to think that God would never notice, care about or even love someone like you. 

The feeling of having dignity is in many ways, a constant variable to our sense of self-worth. Jesus’ life and ministry constantly restored a lost sense of dignity to human beings—most often to those who were thought to be less than or written off by society, but even now when he is not here on earth- He does the same for us. As I’m sure we have all experienced, the feeling of dignity is very easily lost. You make a mistake and beat yourself up. Someone accuses you of something you didn’t do. You say the wrong thing and are on the outs with people who previously liked you. You go online and get sucked into the comparison trap. You try to do better but miss the mark you set for yourself and then shame yourself. You start to think that God would never notice, care about or even love someone like you. 
Through Christ’s self-giving love for others, people were able to feel like they could reclaim their lives. As those who are so immensely loved by Him, it breaks his heart to see our dignity damaged. Human dignity originates from God and is of God because we are made in God’s own image and likeness as seen in Genesis 1:26-27;

“Then God said, “Let us make mankind in our image, in our likeness…So God created mankind in his own image, in the image of God he created them, male and female he created them.”


When we become aware of our own sins and limitations, we have the incredible chance to heal and choose a new life when we discover how Christ comes alive in and through each of us. What this healing means for us is that Jesus, who so personally and compassionately meets us where we are at, heals and restores our dignity. And likewise, in such a personal and intimate way for us, gives himself to us. So, as you think upon the things that make you feel as if your dignity has been ripped from you, offer your heart to His healing. He has come to meet you where you are and gives you Himself completely, He can heal our loneliness and brokenness.  Open your heart to Jesus, simply be there with Him and let God come into you in such a compassionate, loving, personal way, for to God you and I are worth it.